El olvido de la transformación digital
Hoy me he propuesto escribir sobre un tema que considero de especial relevancia tras la irrupción de la IA en el panorama tecnológico: el olvido de la transformación digital
Sucede a menudo que la llegada de nuevas tendencias desvía la atención sobre aquello en lo que los ojos estaban puestos anteriormente, y en el mundo tecnológico, esto sucede cada vez con más frecuencia
El otro día hablaba con una amiga, la cual ha cursado un máster en IA pagado por su empresa. Resulta curioso ver como ciertas empresas se han pasado a la moda de la IA, descuidando que el camino de la digitalización tiene unos tempos muy marcados. A la pregunta de “qué datos maneja tu empresa”, le siguió una sonora carcajada por parte de mi amiga. La realidad es clara:
Hay un mantra establecido en el mundo empresarial de sumarse a aquello que es tendencia, sin saber qué uso darle a posteriori.
En ocasiones, las organizaciones tienden a tener un conocimiento aislado, en términos de personas, en cuanto a tendencias tecnológicas, que es difícil que se traspase de unas personas a otras. En definidas cuentas: se seleccionan candidatos o candidatas para aprender sobre ciertos temas, pero el conocimiento es difícil de transmitir internamente.
Reformulando la era digital
Que la irrupción de la IA lo ha cambiado todo es incuestionable. Que muchos se han saltado tres pantallas ante tal irrupción también. Y es que lo más sorprendente es eso: ¿quien se acuerda del concepto “transformación digital”?
En cuestión de meses, hemos sido testigos de cómo tal concepto ha sido destronado para ceder paso a la aplastante IA. Y el mayor de los problemas radica en el desconocimiento de que para llegar a sacar provecho de tal tecnología, primero debes construir unos cimientos sólidos en otras materias. Por ejemplo, en artículos anteriores hemos hablado de las organizaciones que basan sus decisiones en datos, las denominadas organizaciones data-driven. Sería sensato pensar que antes de introducirse plenamente en el mundo de la IA, las empresas apostaran por tener una buena formación en data.
Hemos reformulado el paradigma de la digitalización de forma errónea, apostando todo a la IA, sin saber qué partido sacarle, puesto que lo anterior, o cae muy lejos para ciertas empresas, o no es lo suficientemente “trendy” para otras.
La pregunta es: ¿cómo hemos llegado a semejante punto? En definidas cuentas, creo que no logramos entender que la IA es una herramienta, de gran ayuda, pero que debe sustentarse sobre algo más importante: una cultura de empresa innovadora que en ocasiones se ha quedado a medio camino de forjarse, un “mindset” basado en datos antes que en suposiciones y la idea de que la IA tiene que tener un propósito dentro de cada organización y no ser una mera herramienta más.
Llamada a la acción
Ante semejante panorama, resulta conveniente parar máquinas y cuestionarse ciertas cosas:
¿Qué grado de transformación digital ostenta tu organización? Resulta una pregunta compleja, y a veces su respuesta es ambigua, ya que en este caso hablamos de algo más que la adopción de herramientas tecnológicas. Hablamos de un cambio cultural de adaptación al cambio y de formación continua en nuevas competencias digitales. Hablamos también de automatizar y organizar procesos, así como digitalizar aquellos que no lo están. Creo firmemente que responder esta cuestión con total franqueza ayuda a las organizaciones a detectar puntos de mejora. Como mencionaba anteriormente, muchas veces el grado de conocimiento en las empresas es aislado, de forma que difícilmente llega a todas las capas de la organización. La mentalidad digital es algo en constante evolución que debe ser fomentada para conseguir un elevado grado de transformación digital.
En lo referente a los datos, ¿en qué medida se emplean en tu organización? Parece algo obvio pero no lo es. El modelo data-driven está aún lejos de estar implantado en el panorama nacional según datos del 2022, proporcionados por el informe SAGE sobre la madurez digital de las empresas españolas. En este informe, se habla de que aproximadamente el 35% de las PYMES españolas han adoptado prácticas de toma de decisiones basadas en datos. El principal problema es la escasez de talento especializado en análisis de datos en pequeñas y medianas empresas, y teniendo en cuenta datos de Sage, en donde se prevé que el número de PYMES crecerá en 63.000 empresas para el 2025, alcanzando los 2,8 millones de empresas en España, hace suponer que la necesidad de incorporar skills en cuanto al manejo de datos no hará más que crecer.
¿Cual es el propósito de la IA en tu organización? En efecto, hay que definir un propósito para el uso de la IA dentro de cada organización. Este propósito debe estar principalmente alineado con los objetivos estratégicos de la compañía, pero para ello, se deben identificar previamente las oportunidades. Una vez definidos los objetivos, el siguiente paso es evaluar los casos de uso, seleccionando aquellos que aporten más valor a la organización, como por ejemplo, automatizar procesos para mejorar la eficiencia operativa de la organización, o implementar un chatbot para mejorar la atención al cliente.
Conclusión
A veces queremos subirnos al tren de la moda tecnológica, siendo contraproducente sin un plan a corto-medio plazo. En el mundo de la PYMES es muy habitual ir a rebufo de las grandes tendencias y olvidarse de forjar unos buenos cimientos sobre los que crecer. Es por ello que no debemos olvidar lo siguiente:
La importancia de fomentar una cultura de transformación digital debería ser el primer paso que cualquier empresa no digitalizada debería dar. Es la famosa base de la que hablamos, sobre la cual crecer y proyectarse a futuro.
No debemos descuidar que todas y cada una de las capas de la organización deben permeabilizarse de dicha transformación. Se trata de un cambio a muchos niveles y cuanto más extenso sea el cambio, mayor beneficio aportará a la organización.
El dato es el ingrediente principal de la fórmula del conocimiento de la actividad de la organización. Trabajar en la adquisición de datos de valor puede marcar un antes y un después.
De nada sirve la IA sin un buen conjunto de datos que la alimenten. La IA es una aliada poderosa, pero debe estar bien acotada para poder otorgar valor a las organizaciones. En próximos artículos entraremos en más detalle, pero por ahora quedémonos con la idea de que una IA trabaja mejor si su contexto (el marco de conocimiento, o los datos que maneja) está acotado. Ese acotamiento, deben ser nuestros propios datos, recopilados, tratados y almacenados de forma que puedan ser explotados.
No dar pasos en vano. Primero un paso, después otro. En el sector digital, de nada sirve querer correr y saltarse fases por mero hecho de querer alcanzar a la competencia. Cada organización tiene sus tempos y es cuestión de ejecutar las acciones que correspondan de forma ordenada y eficientemente.
En mi humilde opinión, siguiendo estos pasos las empresas pueden garantizarse trazar un camino a corto-medio plazo que les beneficie y les haga ser mejores, en un mercado tan cambiante como el que estamos viviendo.
Recordemos que el éxito en la era digital no se mide por la velocidad a la que adoptamos nuevas tecnologías, sino por la solidez de nuestros cimientos y por como alineamos nuestros objetivos estratégicos con cada paso que damos.